Tema embarazoso

Quedé embarazado sin saber cómo.
Nunca en mi vida imaginé llevar en mi ser, tremenda sensación.
Tenía Náusas.
Estaba hinchado pero de ira.
Dulce espera le llaman.
Para mí, es tan amarga que no puedo esperar ni un segundo más para alumbrar mi opinión sobre la justa y necesaria despenalización del aborto en casos de violación. Ley N° 3839-2014- IC
Y es que para opinar sobre el tema, me embaracé de él poniéndome en los zapatos de miles de personas que quedan embarazadas por violación, producto de un maldito que no solo abusa de alguien indefenso sino que deja su sello en el vientre de una mujer o peor aún, de una niña.
Cuatro de cada cinco mujeres violadas son niñas, y ellas no solo tienen que enfrentar el trauma de ser violadas. También tienen-según las leyes nada divinas- la obligación de mantener y traer al mundo el fruto de su pesadilla. Cabe aclarar que no pueden recurrir al aborto si así lo desearan. Eso dice la “ley”
Solo llevo algunas horas con este embarazoso tema  y no aguanto.
Qué ironía.
No puedo vivir un solo instante con esta injusticia,  pero ellas sí tienen que aguantar no solo el trauma de una violación,  también traer al mundo a alguien producto de la violencia y no del amor, y cuidarlo por el resto de su vida-casi siempre truncada- por un maldito que no debió nacer y que posiblemente refeleje su rostro en un nuevo e inocente ser.
¿Se necesitan más razones para no  mezclar la fe con los derechos civiles?
No se le puede dar a las mujeres solo la dramática decisión de ser madre a la fuerza o someterse a un aborto ilegal e inseguro.
Despenalicen el aborto en casos de violación.
La mujer tiene el derecho de decidir si quiere ser madre a la fuerza o no.
#déjala decidir

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