Cabeza de Negro

Cada vez que  puede, el gobierno nos mete cabeza.
Esta vez fue cabeza de negro.
Negro también, el humo de una nueva cortina, de esas que nos tienen acostumbrados.
Hoy, muy temprano, enciendo la tele para ver las noticias del tremendo terremoto que nuevamente remeció Sumatra, pero lo único que consigo ver, son los mineros rescatados de un socavón clausurado por inseguro e ilegal, y por donde asoma otra cabeza: la de nuestro presidente, que sonríe y saluda a todos en vivo.
Es una suerte haberlos rescatado con vida, pero lamento que también sobreviva la informalidad y peor aún, que continúen los trabajos ilícitos en nuestro “Perú profundo”.
Esta minería informal, que en realidad se llama minería ilegal, no debe continuar extrayendo-sin medida ni regla-los recursos de todos los peruanos.
Si seguimos así, nadie nos rescatará del hoyo que nosotros mismos estamos perforando.